La vergüenza tóxica es uno de los conceptos que Pete Walker menciona en su libro «TEP Complejo: De Sobrevivir a Prosperar», en este libro, que se especializa en el tema de Trauma Complejo, el autor menciona que si tú tuviste una infancia con algún tipo de violencia (sexual, física, emocional o abandono) pudiste desarrollar este tipo de trauma y entonces generar Vergüenza Tóxica.

La vergüenza tóxica es cuando alguien se siente indigno, con baja autoestima y como si tuviera algo defectuoso en su ser. Sienten que por todo lo que vivieron de violencia ésto les genero como que su ser esté mal y descompuesto y que su manera de ser es equivocada. Ésto les hace creer que no van a ser dignos de relacionarse con alguien.

La vergüenza tóxica se puede generar por la violencia prolongada en la infancia o por una relación tóxica en la adultez, sin embargo es claro que nuestras relaciones más tempranas son las que más influyen en nuestra forma en la que nos vamos a relacionar con el mundo, incluida nuestra pareja en la adultez, porque es cuando se forma el estilo de apego que tendremos y la confianza que tendremos de las demás personas y del mundo en general.

Cuando tenemos vergüenza tóxica tenemos alterado el sistema nervioso, como cualquier persona que ha vivido violencia y en este sentido tenemos activadas algunas de las cuatro formas de reaccionar ante el trauma: lucha, huida, parálisis y complacencia. Esto ocasiona que estemos todo el tiempo en un estado de alerta y al estar en un estado de alerta esto ocasiona que nos sintamos expuestos y vulnerables y que nos queramos esconder porque sentimos que si nos ven como somos nos van a rechaza porque sentimos que nos van a descubrir como seres defectuosos, tal como nos lo dijeron antes en la infancia o en la relación abusiva que vivimos.

Las personas con vergüenza tóxica tienen una forma de relacionarse de manera muy cautelosa y temerosa y las señales de tener vergüenza tóxica son:

-Estar reviviendo recuerdos de la infancia en los que sientes pena de cómo actuaste.

-Constantemente tienes desconfianza con las personas.

-Te hablas con auto desprecio.

-Vives con indignidad crónica.

-Creas relaciones codependendientes con otros.

-Te auto saboteas.

-Te sientes un impostor.

-Vives a la defensiva.

-Sientes que para poder relacionarte tienes que complacer a los demás, cuando dices que sí a todo.

-Sientes que tienes que quedar perfecto para sentirte bien.

La vergüenza tóxica se puede sanar mejorando y trabajando en tu autoestima y autoaceptación, obviamente no dejaré de recomendar la psicoterapia y el libro de Walter Riso «Enamórate de ti» para entender cómo tener una mejor relación contigo mismo y sanar poco a poco la vergüenza tóxica.

 

Elizabeth Ramírez.